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اللَّهُ لَا إِلَهَ إِلَّا هُوَ الْحَيُّ الْقَيُّومُ لَا تَأْخُذُهُ سِنَةٌ وَلَا نَوْمٌ لَهُ مَا فِي السَّمَاوَاتِ وَمَا فِي الْأَرْضِ مَنْ ذَا الَّذِي يَشْفَعُ عِنْدَهُ إِلَّا بِإِذْنِهِ يَعْلَمُ مَا بَيْنَ أَيْدِيهِمْ وَمَا خَلْفَهُمْ وَلَا يُحِيطُونَ بِشَيْءٍ مِنْ عِلْمِهِ إِلَّا بِمَا شَاءَ وَسِعَ كُرْسِيُّهُ السَّمَاوَاتِ وَالْأَرْضَ وَلَا يَئُودُهُ حِفْظُهُمَا وَهُوَ الْعَلِيُّ الْعَظِيمُ
Es Sunna recitarla antes de dormir, puesto que protege al musulmán hasta la hora de la mañana.
El relato de Abu Hurairah y el ladrón que robaba del Zakat por la noche. Dijo Abu Hurairah: “A la mañana siguiente me preguntó el Enviado de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): ‘¿Qué pasó ayer con el ladrón?’. Respondí: ‘¡Enviado de Al-lah! Me dijo que me enseñaría unas palabras con las que Al-lah me beneficiaría y lo dejé marchar’. Me preguntó: ‘¿Y cuáles fueron?’. ‘Me dijo: Cuando te retires para dormir recita Aiatul Kursi desde su principio hasta el fin: {Al-lah, no hay Dios sino Él, el Viviente, el Sustentador…}, y me dijo: ‘Al-lah te protegerá y los demonios no podrán acercarse a ti en toda la noche’. Me dijo el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): ‘¡Dijo la verdad a pesar de ser un mentiroso! Oh Abu Hurairah ¿Sabes con quién has estado hablando durante estos tres días?’. Dije: ‘No’. Dijo: ‘¡Era Shaitán!’” (Bujari 2311 y Nasa’i 10795).
1 Veces
Abu Mas’ud Al Ansari (que Al-lah esté complacido con él) narró que el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “A quien recite los dos últimos versículos de la sura Al Baqara en la noche, esos dos versículos le serán suficientes” (Bujari 4008 y Muslim 807). Estos dos versículos no forman parte de los adhkar de la hora de dormir, sin embargo, se recitan por sus bendiciones. De este modo, quien no los haya recitado durante la oración de la noche, puede aún hacerlo al momento de ir a dormir.
Los sabios difieren sobre el significado de la frase “Kafatáhu” (le serán suficientes [a esa persona]) en el hadiz.
Un grupo considera que significa que esto le dará las recompensas equivalentes a haber rezado el Qiam en la noche. Otro grupo lo considera suficiente protección contra el demonio.
Un tercer grupo afirma que es una protección para la persona contra cualquier cosa que pudiera resultar perjudicial. An-Nawawi (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo que la anterior frase puede incluir todas estas virtudes (Sharh Muslim, hadiz No. 808).
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La evidencia:
Aisha (que Al-lah esté complacido con ella) narró que: “Cuando el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se recostaba cada noche en su lecho, levantaba sus manos a modo de súplica y oraba. Recitaba la sura Al Ijlás (112), sura Al Falaq (113) y sura An-Nas (114) y soplaba sobre la palma de sus manos pasándolas sobre su cuerpo por donde alcanzaran, haciendo esto tres veces” (Bujari 5017).
Puede aprenderse del hadiz que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) solía aplicar esta Sunna cada noche, quien quiera aplicarla debe hacerlo del mismo modo.
1 Veces
اللَّهُمَّ خَلَقْتَ نَفْسِي وَأَنْتَ تَوَفَّاهَا، لَكَ مَمَاتُهَا وَمَحْيَاهَا، إِنْ أَحْيَيْتَهَا فَاحْفَظْهَا، وَإِنْ أَمَتَّهَا فَاغْفِرْ لَهَا، اللَّهُمَّ إِنِّي أَسْأَلُكَ الْعَافِيَةَ
“Al-lahumma jalaqta nafsi wa anta tawafaha, laka mamátuha, wa in ahieitaha fah-fadh-ha; wa in amattaha fag-fir laha. Al-lahumma inni as-aluka al ‘afia” (¡Oh Al-lah! Has creado mi alma y la tomarás de vuelta. En Ti está su vida y su muerte. Si le das vida, entonces protégela; y si la haces morir, perdónala. ¡Oh Al-lah! Te pido salud) (Muslim 2712).
1 Veces
اللَّهُمَّ رَبَّ السَّمَاوَاتِ وَرَبَّ الأَرْضِ وَرَبَّ الْعَرْشِ الْعَظِيمِ، رَبَّنَا وَرَبَّ كُلِّ شَيْءٍ، فَالِقَ الْحَبِّ وَالنَّوَى، وَمُنْزِلَ التَّوْرَاةِ وَالإِنْجِيلِ وَالْفُرْقَانِ، أَعُوذُ بِكَ مِنْ شَرِّ كُلِّ شَيْءٍ أَنْتَ آخِذٌ بِنَاصِيَتِهِ، اللَّهُمَّ أَنْتَ الأَوَّلُ فَلَيْسَ قَبْلَكَ شَيْءٌ ، وَأَنْتَ الآخِرُ فَلَيْسَ بَعْدَكَ شَيْءٌ، وَأَنْتَ الظَّاهِرُ فَلَيْسَ فَوْقَكَ شَيْءٌ، وَأَنْتَ الْبَاطِنُ فَلَيْسَ دُونَكَ شَيْءٌ، اقْضِعَنَّا الدَّيْنَ وَأَغْنِنَا مِنَ الْفَقْرِ
“Al-lahumma Rab Assamawátil wa rabbil ard wa rabbal ‘Arsh Al ‘Adhim. Rabbana wa rabba kul-li shai-in, faliq al Habb wannawa, wa munazzil attawrat wal inyil wal furqan. A’udhu bika min sharri kul-li shai-in anta Áajidun binnasiatihi, Al-lahumma anta al Awwal fa leisa qablaka shai-un, wa anta al Áajiru fa leisa ba’daka shai-un wa anta adh-dhahir fa leisa fawqaka shai-un, wa anta al Bátinu fa leisa dunaka shai-un. Aqdi ‘anna addain wa agnina minal faqr” (¡Oh Al-lah! Señor de los siete cielos y Señor del Trono Magnífico. Nuestro Señor y Señor de todo cuanto existe. Divisor del grano y de la semilla del dátil, revelador de la Torá y del Inyil (Evangelio) y del Furqán (Corán). Busco refugio en Ti del mal de todo lo que abarcas bajo Tu dominio. ¡Oh Al-lah! Eres el Primero y nada vino antes de Ti, y eres el Último y nada vendrá después de Ti. Eres el Altísimo, nada Te sobrepasa y eres el Cercano y nada está más cerca que Tú. Salda nuestras deudas y enriquécenos alejando la pobreza) (Muslim 2713).
1 Veces
بِاسْمِكَ رَبِّ وَضَعْتُ جَنْبِي وَبِكَ أَرْفَعُهُ إِنْ أَمْسَكْتَ نَفْسِي فَارْحَمْهَا وَإِنْ أَرْسَلْتَهَا فَاحْفَظْهَا بِمَا تَحْفَظُ بِهِ عِبَادَكَ الصَّالِحِينَ
“Bismika Rabbi wada’tu yanbi wa bika arfa’uhu in amsakta nafsi far-hamha wa in arsaltaha fah-fadh-ha bima tahfidhu bihi ‘ibadaka as-salihin” (Con Tu nombre mi Señor, me acuesto y con Tu nombre me levanto. Si tomas mi alma, ten misericordia de ella; y si la envías de vuelta, entonces protégela como proteges a Tus siervos justos) (Bujari 6302 y Muslim 2714).
1 Veces
الْحَمْدُ للّهِ الَّذِي أَطْعَمَنَا وَسَقَانَا، وَكَفَانَا وَآوَانَا، فَكَمْ مِمَّنْ لاَ كَافِيَ لَهُ وَلاَ مُؤْوِي
“Al hamdu lil-lahi al-ladhi at’amana wa saqana wa kafana wa áawana, fa kam miman lá kafia lahu wa lá mu’wi” (Alabado sea Al-lah que nos dio alimento y sació nuestra sed, suplió nuestra necesidad y nos dio techo. ¿Cuántos hay que no tienen quién supla su necesidad ni les dé techo?) (Muslim 2715).
100 Veces
سبحان الله (33)، الحمد لله (33)، الله أكبر (34) م
Es Sunna decir Subhan Al-lah 33 veces, Alhamdu lil-lah 33 veces y Al-lahu Akbar 34 veces antes de ir a dormir. Eso tiene un efecto poderoso en el cuerpo a lo largo del día.
Ali narró que Fátima fue donde el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) quejándose del efecto nocivo que tenía el molino de piedra sobre sus manos. Había escuchado que el Profeta podía asignarle una sirvienta. Pero cuando fue a buscarlo, no lo encontró, entonces le mencionó el asunto a Aisha. Cuando el Profeta regresó, Aisha le informó al respecto. Ali añadió: “Entonces le Profeta vino cuando ya estábamos en nuestro lecho. Quisimos levantarnos al momento de su llegada, pero nos dijo: ‘Quédense donde están’. Entonces vino y se sentó entre nosotros y sentí el frío de sus pies en mi abdomen. Dijo: ‘¿Puedo aconsejarles algo mejor que lo que me han solicitado? Cuando vayan a dormir digan Subhan Al-lah treinta y tres veces, Al Hamdu lil-lah treinta y tres veces, y Al-lahu Akbar treinta y cuatro veces, pues esto es mejor para ustedes que un sirviente’” (Bujari 3705 y Muslim 2727).
En otra narración Ali dijo: “Nunca he abandonado esta práctica desde que la oí del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él). Le preguntaron: ‘¿Ni si quiera en la noche de la batalla de Siffín?’. Dijo: ‘Ni siquiera en la noche de la batalla de Siffín’”.
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اللَّهُمَّ إِنِّي أَسْلَمْتُ وَجْهِي إِلَيْكَ، وَفَوَّضْتُ أَمْرِي إِلَيْكَ، وَأَلْجَأْتُ ظَهْرِي إِلَيْكَ، رَغْبَةً وَرَهْبَةً إِلَيْكَ. لاَ مَلْجَأَ وَلاَ مَنْجَا مِنْكَ إِلاَّ إِلَيْكَ، آمَنْتُ بِكِتَابِكَ الَّذِي أَنْزَلْتَ، وَبِنَبِيِّكَ الَّذِي أَرْسَلْتَ
“Al-lahumma inni aslamtu wayhi ileika wa fawwadtu amri ileika wa alya’tu dhahri ileik ragbatan wa rahbatan ileik. La malya’ wa la manya minka il-la ileik. Ámantu bi kitabika Al-ladhi anzalta wa binnabi-ika al-ladhi arsalta” (Oh Al-lah, me presento ante Ti, vuelvo mi rostro a Ti, dejo mis asuntos en Tus manos y, en Ti confío, con la esperanza en Tu recompensa y con temor de Tu castigo. No hay refugio de Ti excepto en Ti. Creo en Tu Libro que has revelado y en Tu Profeta que has enviado) (Bujari 247 y Muslim 2710). Y se menciona al final del hadiz: “[Si las pronuncias y] mueres en esa noche, morirás en estado de fitrah (la pureza del monoteísmo)”; y en otra narración: “Y si amaneces, amanecerás con bien”.
Hay otra Sunna en este hadiz: que estas palabras sean las últimas pronunciadas antes de dormir, quien así lo haga tendrá una gran recompensa, porque si muere en esa noche, estará en la pureza del monoteísmo del Profeta Ibrahim; pero si despierta por la mañana, obtendrá una gran recompensa y estará en el camino del bien y la abundancia, y Al-lah sabe más.
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اللَّهُمَّ أَنْتَ رَبِّي لَا إِلَهَ إِلَّا أَنْتَ خَلَقْتَنِي وَأَنَا عَبْدُكَ وَأَنَا عَلَى عَهْدِكَ وَوَعْدِكَ مَا اسْتَطَعْتُ أَعُوذُ بِكَ مِنْ شَرِّ مَا صَنَعْتُ أَبُوءُ لَكَ بِنِعْمَتِكَ عَلَيَّ وَأَبُوءُ لَكَ بِذَنْبِي فَاغْفِرْ لِي فَإِنَّهُ لَا يَغْفِرُ الذُّنُوبَ إِلَّا أَنْتَ
Es importante mencionar un dhiker grandioso que tiene una recompensa grandiosa, proveniente del Magnánimo. Dijo el Profeta: “Una súplica maestra es que digas: ‘Al-lahumma Anta Rabbi la ilaha il-la Anta Jalaqtani wa ana 'abduka, wa ana 'ala 'ahdika wa wa'dika ma istata'tu a'udhu bika min sharri ma Sana'tu, wa abu’u laka bini'matika 'aleia, wa abu’u bi dhanbi, fag-fir li fa innahu la iagfira adhunuba il-la Anta” (¡Oh Al-lah, Tú eres mi Señor! Nadie tiene derecho a ser adorado sino Tú. Me has creado y soy Tu siervo, y soy fiel a mi pacto y mi promesa tanto como puedo. Busco refugio en Ti del mal que he hecho. Reconozco frente a Ti todas las bendiciones que me has otorgado y Te confieso todos mis pecados. Te ruego que perdones mis pecados, pues nadie sino Tú perdona los pecados); y agregó: “Quien recite esta súplica por la mañana con fe y muera el mismo día, entrará al Paraíso. Y quien la recite en la noche con fe y muere la misma noche, ingresará al Paraíso’” (Bujari 6306).